Este grupo social llamado familia es el único donde tantos cambios se afrontan y donde las diferencias deben acomodarse en tan poco espacio y en tan corto tiempo.

Formamos parte de una condición humana inevitable caracterizada por las siguientes fases: Nacemos, crecemos, nos relacionamos, nos formamos, trabajamos, algunos nos casamos, nos convertimos en padres y así, vamos envejeciendo con nuestro grupo familiar hasta cumplir nuestros días.

Estas fases que conforman nuestra condición humana son tan cortas, que sin darnos cuenta avanzamos en el tiempo y no percibimos el recorrido. Pero como nunca es tarde, te animo a que recobres tu atención, reflexión y conciencia sobre tu avance por este maravilloso camino llamado vida en familia.

Para los cristianos, la familia tiene un autor y un origen, lo podemos ver en la Biblia:

Génesis 1:27 "Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó".

Génesis 2:24 "Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne".

La familia es una institución divina no un concepto del ser humano, sus características son unidad, permanencia y sobre todo reproducción o apertura a la vida producto del amor entre un hombre y una mujer.

A lo largo de la historia de la humanidad, esta verdad, se ha visto modificada por el factor social y cultural, sin embargo, la familia tiene un diseño original que puede ser sanado y restaurado, ya que vivir en familia es una necesidad de todo ser humano.

Ahora bien, todo ser humano tiene el derecho de crear sus propios conceptos de familia, sin embargo, teniendo claro que en algún momento de su ciclo vital debe defender su verdad frente a una verdad más alta, la verdad del creador de la familia, esto es un asunto muy subjetivo producto del libre albedrío que caracteriza al ser humano.

Por otra parte, no hay familias perfectas, solo hay familias, la familia es un lugar de refugio, de sosiego, de esperanza, de sueños compartidos, de crecimiento personal, de intercambio, de tristezas y alegrías,  de ganancias y pérdidas, de triunfos y fracasos, pero sobre todo de amor y perdón.  

Algunos consejos:

• Considera tu valor y autoconcepto dentro de tu grupo familiar, si es negativo, trabaja en ello para llevarlo a modo positivo, no te quedes mirando el punto negro, mira todo lo positivo que está a tú alrededor y el valor de cada miembro de tu grupo familiar.

• Considera la forma en que te comunicas dentro de tu grupo familiar, si es desde el reproche, la queja, la culpa, el miedo, entonces trabaja en ello para llevarlo a la comunicación asertiva, amorosa, cálida y efectiva.

• Trabaja la empatía, de vez en cuando es bueno ponernos en los zapatos del otro y considerar sus emociones y sentimientos.

• Perdona las ofensas, el perdón es una decisión y siempre es la mejor opción para la evolución en libertad por las fases de nuestra condición humana.

• Proporciona un espacio para que los sentimientos positivos pueden florecer, donde se tomen en cuenta las diferencias individuales, se toleren los errores, la comunicación sea abierta y las reglas flexibles.

Pasa tiempo de calidad, tu mejor inversión es tu familia, recobra el contacto visual, el contacto físico, los besos y abrazos, las palabras de afirmación, el bueno humor, los gestos de bondad y compasión, el sentarse a la mesa juntos y disfrutar esas comidas favoritas, contar historias, recordar bellos momentos, ver fotos de tu historia familiar, visitar lugares, cantar, bailar y sobre todo sonreír mientras sigues en esta evolución que no va a parar hasta que se cumplan sus días.

Reflexiona tu recorrido, nunca es tarde, te animo a que recobres tu atención, reflexión y conciencia sobre tu avance por este maravilloso camino llamado vida en familia. 

Lucy Torres