RESILIENCIA, LA ACTITUD FRENTE A LA ADVERSIDAD

Los momentos difíciles, las pérdidas, los fracasos, forman parte de la vida, nadie dijo que iba a ser fácil, pero ante esta realidad, fuimos todos dotados de habilidades que nos permiten superar los embates de la vida.
Hay quienes fluyen fácilmente para salir adelante frente a situaciones difíciles, sin embargo, a otros se les dificulta el proceso, pero con un poco de ayuda, mucha actitud, esfuerzo y disciplina es posible superar las dificultades.
La ADVERSIDAD no la podemos ELEGIR, pero la ACTITUD ante ella si la podemos DECIDIR.

En tiempos difíciles, SOBREVIVEN los que mejor se ADAPTAN
Ante los impactos de la vida, son innegables los profundos cambios en nuestra funcionalidad, así como la probabilidad de acceder a nuevas formas de pensar y de hacer las cosas.
La resiliencia vista desde la neurociencia es un proceso que permite al cerebro detectar una situación nueva y activar las conexiones neuronales que formarán una red de "reserva" en la que múltiples impulsos neuronales son capaces de generar el comportamiento adecuado frente a una situación o ámbito desconocido.

Este proceso de
respuesta, lo permite la corteza prefrontal del cerebro, ya
que esta controla las funciones ejecutivas y hace posible planificar comportamientos cognitivamente complejos, tomar decisiones, y adecuar el comportamiento social para responder ante cualquier evento coordinando pensamientos y acciones.
Desde esta zona tenemos la capacidad para desarrollar el pensamiento estratégico que nos permite pensar en función de logros, diferenciar lo bueno de lo malo, establecer metas determinadas de antemano, predecir consecuencias futuras desde una situación actual, crear expectativas, y además controlar el comportamiento adecuado en sociedad.
¿Pero, qué es resiliencia?
En psicología, la resiliencia es una capacidad del ser humano que implica un proceso de activación de las respuestas necesarias para hacer frente a una situación difícil y garantizar la supervivencia.
La resiliencia va de la mano con la confianza, la fe y la esperanza y nos permite cobrar ánimo, encontrarle sentido a la vida y proyectarnos hacia el futuro con valentía y entusiasmo.
Entonces, no hay excusas, podemos desarrollar pensamientos, emociones y conductas positivas ante situaciones difíciles de la vida.
Algunas estrategias de afrontamiento para desarrollar resiliencia
- Cambia el POR QUÉ por el PARA QUÉ, detrás de todo siempre hay un aprendizaje.
- Toma un momento para mirar tu interior, reflexiona sobre tu respuesta emocional ante la adversidad, no permitas que la tristeza y el dolor te consuman, reconócelas y asúmelas con valentía pero no te quedes allí, puedes darte el permiso de pasar a otras emociones más potenciadoras.

- Recuerda que vemos el mundo de acuerdo a nuestro sistema de creencias. Como somos por dentro así vemos el mundo y lo interpretamos, entonces revisa tu interior y ordena lo que está desordenado y llena lo que está vacío, y saca lo que no sirve.
- Cambia la queja por agradecimiento, enfócate en lo que Si tienes y agradece por ello.
- Piensa más en lo que Si quieres, piensa en positivo, busca interpretaciones positivas. Somos lo que pensamos. Piensa de forma realista, es decir, no veas los problemas o las crisis como catástrofes terribles e insoportables, sino como retos que has de superar.
- Cambia el foco de atención, si tú cambias todo cambia,
- Atiende a tu autoestima ya que esta es el pilar fundamental de la resiliencia, reflexiona esta frase: "Soy lo que creo que soy producto de mis creencias pero no siempre soy lo que creo que soy". Si no te gusta lo que eres, entonces invierte en lo qué si quieres ser.

- Cultiva un círculo de amistades cercanas y buenas relaciones familiares, porque estas son la personas que te van a escuchar y apoyar en los momentos difíciles, haciéndote más resiliente.
- Actúa, no te quedes solo en el deseo, pasa a la acción. Cuando estás ante una adversidad, intenta hacer todo lo que puedas aunque tus intentos parezcan no conducir a nada. Si estás actuando es porque estás pensando en soluciones. Realmente no sabes lo que puedes hacer hasta que lo intentas.

- Busca alternativas, ten un plan, desarrolla metas y objetivos. Establece metas realistas que te ayuden a empezar a cambiar las cosas que deseas cambiar. Haz algo con regularidad, aunque solo suponga un pequeño paso en la dirección hacia la que deseas avanzar.
- Confía, por muy difícil que parezca, no dejes de pensar que, tarde o temprano encontrarás el modo y hallarás la solución.
- Sé optimista, significa esperar que ocurran cosas buenas en tu vida, que la situación mejorará en el futuro, que eres capaz de controlar tu vida y hacer los cambios necesarios y que la vida puede traerte momentos maravillosos.

- Aprende a crecer con tus
problemas, estos son retos que te encuentras en la vida y que te empujan a sacar lo mejor de ti,
a ser fuerte, a pensar y buscar soluciones, a actuar, a ser más amplio y flexible,
te hacen madurar y ver el mundo y a los demás de un modo más realista.
De ti depende que los golpes que te da la vida te vuelvan mejor persona
o te conviertan en un ser resentido y amargado por la "injusticia de la vida".
