Cuando te mueves en un ambiente ya sea que te guste o no, pero que te genera confianza, comodidad y sobre todo que lo puedes controlar a causa de que está conformado por hábitos y rutinas que has sostenido en el tiempo, entonces estás en una zona de confort.

Es una zona donde nada nuevo y significativo ocurre, donde el aprendizaje es escaso, y por lo tanto el crecimiento y la evolución están menguados y lo más peligroso de esta zona es que la capacidad de soñar esta desactivada.

¿Cómo sé que estoy en una zona de confort?

Un ejercicio práctico para reflexionar y evaluar si estás en la zona de confort es el siguiente:

Te invito que hagas una lista de lo que te gusta de tu presente y otra de lo que no te gusta de tu presente.

Lo que MAS me gusta de mi PRESENTE es:

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Lo que NO me gusta de mi PRESENTE es:

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Piensa, reflexiona y responde:

¿Te gusta tu presente?, ¿Deseas que algunas cosas cambien?

Luego de reflexionar sobre tu presente, ahora te invito a que hagas una lista de las cosas que deseas para el futuro, es decir, lo que sí quieres que suceda.

Lo que SI quiero que suceda es:

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Quédate un momento en esta lista, léela varias veces en voz alta diciendo: "Lo que sí quiero que suceda es: lee cada cosa que escribiste en tu lista", ahora llena de imágenes cada cosa que escribiste, recrea tu mente con imágenes de las cosas que sí quieres que sucedan. Practica este ejercicio todos los días hasta que tu mente y tu corazón se lo crean, este es el primer paso para salir de la zona de confort hacia la zona de aprendizaje.

¡Advertencia!

Para ir de la zona de confort a la zona de aprendizaje debes cruzar una frontera que te genera temor, y lo primero que se activa son tus creencias limitantes, las cuales te hablarán desde tu voz interior. Te invito a leer el artículo "Los Patrones Mentales" para que comprendas ampliamente qué sucede en tu mente y corazón al tratar de cruzar la frontera hacia la zona de aprendizaje.

Frente a la frontera se activarán tus miedos en forma de pensamientos limitantes tales como los siguientes:

"No es para mí, mejor no lo hago, no podré lograrlo, y si me equivoco, y si me va mal, y si pierdo, y si ...., y si..., y si..."

Ante esta realidad, te animo a escribir tus propios pensamientos limitantes, reflexiona sobre ellos, considéralos, cuestiónalos y cámbialos por pensamientos positivos, empieza a pensar en función de logros.

Quiero dejarte claro que el cerebro se resiste a aprender y a experimentar lo nuevo ya que le genera ansiedad salir de la comodidad, pero con un poco de entrenamiento y disciplina lo puedes llevar de la mano hacia la zona de aprendizaje.

Otro dato importante es que la voz interior no la puedes evitar, pero lo que sí puedes hacer es controlarla y ponerla en modo positivo para poder pasar la frontera hacia la zona de aprendizaje con optimismo, fe y esperanza.

Pasar a la zona de aprendizaje resulta una experiencia intimidante y en ocasiones dolorosa ya que es un proceso de vida donde tus miedos, apegos, hábitos, rutinas y comodidades son confrontados y movidos, pero lo que sí te puedo asegurar, es que al otro lado te espera un proceso de aprendizaje y más aprendizaje que te sumará crecimiento para ensanchar tu repertorio de experiencias de vida.

Cuando al fin logras pasar a la zona de aprendizaje después de una inquietud inicial y natural, tu zona de confort vuelve, solo que ahora de forma ampliada, es decir, crece contigo, pero esta vez acompañada de situaciones, personas, experiencias, comportamientos y habilidades nuevas y diferentes a las que antes tenías miedo. 

En este punto te hace bien reflexionar y valorar tu crecimiento y el logro de objetivos, esto aumentará tu fortaleza interior, ya que has puesto en movimiento tus recursos internos.

Consejos para atravesar la frontera hacia la zona de aprendizaje

• Lo primero que debes hacer es invertir en el descubrimiento de tu mundo interior, para revisar qué hay, qué no hay, qué necesitas, qué cosas tienes almacenadas que no te sirven para avanzar y de las cuales debes desprenderte. Después de este paso te espera la zona de aprendizaje, la aventura de aprender y descubrir tus recursos internos para dejarlos fluir y conquistar metas y objetivos reales. Te invito a leer el artículo: "Conciencia Emocional"
• Las palabras claves aquí son esfuerzo y disciplina.
• Al gestionar correctamente tu mundo interior, tu autoestima y tu autoconcepto se potenciarán desde el optimismo, la fe y la esperanza, recursos valiosísimos para aprender, crecer, ampliar la visión del mundo, descubrir nuevas oportunidades y habilidades.
• Escribe una lista de tus valores.
• Lleva una libreta de anotaciones (ideas, frases, imágenes, sentimientos)
• Modela a alguien que admires.
• Atrévete a hacer cosas diferentes
• Aprende nuevas habilidades.
• Revisa y reflexiona sobre la gente que te rodea, pregúntate: ¿Me convienen o no me convienen? ¿Me potencian o me restan energía vital?, toma decisiones con base a tus respuestas.
• Piensa en función de logros, recuerda el ejercicio sobre las cosas que Si quieres que sucedan.
• Controla tu voz interior.
• Cuestiona tus miedos, no dejes que tomen fuerza y tamaño.
• Piensa y habla de lo que sí quieres hasta que tu cerebro se acostumbre a estas voces.
• No dejes de aprender, el que aprende gana.
• Da un paso a la vez.
• Vive el aquí y el ahora.
• Persevera en lo positivo y antes de lo que te imaginas, tus sueños, se habrán hecho realidad.
• Invierte en tu dimensión espiritual, conecta con Dios y su verdad, esto te ayudará a descubrir el verdadero propósito de la vida.