Las personas con las que nos relacionamos de forma frecuente, generan un impacto conductual, emocional y espiritual en nuestras vidas.

La interacción con otros es una necesidad básica de todos los seres humano, a partir de allí se pone en escena nuestro repertorio de patrones de conductas, valores, creencias, actitudes, virtudes, formas de ser, hacer, conocer y convivir.

Este repertorio corresponde a lo que hemos recogido a lo largo de la vida, desde nuestro primer espacio de convivencia en la familia, luego se suma el sistema educativo, los amigos, la comunidad, la sociedad, la cultura, la religión, entre otros factores condicionantes de nuestra forma de pensar, sentir y comportarnos.

Por aquí un ejemplo de entorno familiar:

Cuando tu hijo empieza a tener comportamientos desagradables, incluye en su vocabulario palabras grotescas y poco convenientes, impone su forma de vestir, desafía tu autoridad y ya no quiere participar de actividades que se programan en la familia... Una pregunta interesante sería: ¿con quién se estará juntando?

"Dime con quién andas y te diré quién eres"

Estos dichos populares se refieren precisamente a la influencia que tiene sobre nosotros las personas con las que nos relacionamos frecuentemente. Nos indica que enseñamos o aprendemos costumbres y formas de actuar en la interacción con otros.

El aprendizaje es un proceso complejo que es influenciado por varios factores. Dentro de la teoría del aprendizaje social de Albert Bandura, destacan la observación, la imitación y el modelaje. Esta teoría explica que las personas pueden aprender cosas nuevas y desarrollar nuevas conductas mediante la observación con otros individuos.

La influencia puede ser positiva o negativa según sea el caso. Por eso es necesario hacer un alto para preguntarme cómo es mi relación con las personas que me rodean, si soy capaz de mantener mis principios, valores, creencias y virtudes o es posible que estén siendo comprometidas por la influencia de las personas con las que frecuento. 

Si no eres capaz de influenciar a otros con tus valores, es mejor que salgas de allí porque hay una alta probabilidad de que seas influenciado por ésos otros.

Jim Rhon, autor de la teoría que indica que somos el promedio de las cinco personas más cercanas con las que interactuamos, explica, que podrías estar adquiriendo pensamientos, estilos de vida, comportamientos y todo lo que estas personas intercambian contigo.

Vamos a reflexionar sobre las personas más cercanas con las que compartimos la vida

Te invito a analizar cómo es tu entorno:

Si tu entorno de relación es coherente con tus valores, amable, educado, exitoso y te suma vida, entonces, es muy probable que tú también seas una de esas personas.

Si por el contrario, tu entorno es conflictivo, con tendencia al riesgo, viviendo situaciones de fracaso, y donde te sientes vacío y sin propósito, es probable que tengas asuntos emocionales y existenciales por resolver y tal vez no te has dado cuenta o no has querido hacerte cargo de resolverlos.

¿Estás conforme con la gente que te rodea?

Por ejemplo, si quisieras emprender un negocio, viajar, tomar decisiones importantes, buscar consejo, o simplemente celebrar tú cumpleaños; a quién escogerías para esto importante en tu vida. 

La respuesta a este ejemplo, te ayudará a reflexionar sobre las personas que te rodean, y hacer una valoración en función al aporte que te dan, es decir, si te suman o te restan propósito de vida, si te apoyan o te limitan, si te liberan o te esclavizan, si te hacen sentir orgulloso o te generan vergüenza. 

Cuáles son los lugares y temas de conversaciones más comunes con estas personas, cómo se tratan entre ustedes, cómo viven, qué estilo de vida tienen estas personas.

Ejercicio:

Haz la lista de las personas más cercanas con las que compartes tu vida y luego responde por cada una de ellas a estas interrogantes:

¿Qué me aporta esta persona?

¿Qué me quita esta persona?

¿Cuáles son las consecuencias de relacionarme con esta persona?

Quédate un momento en la lista y las respuestas.

Si te gustan las respuestas, te invito a cultivar y fortalecer los valores que te unen a ésas personas, si no te gustan las respuestas, entonces es hora de tomar decisiones y buscar un entorno donde experimentes crecimiento personal, emocional, profesional, espiritual. 

Atrévete a conocer personas hermosas con valores y virtudes sanas, a soltar las lealtades toxicas y dañinas, huir de los lugares que amenazan tus sueños, tus valores y creencias.

Recuerda que es tu responsabilidad decidir con quién compartes tu vida, qué lugares frecuentas y de qué información te alimentas.

Finalmente, no te retires sin antes hacer un alto para responder estas otras interrogantes:

Quién eres tú para las personas que te rodean, qué les aportas, qué les quitas y cuáles son las consecuencias o frutos de tu relación con ellos.

Y por aquí te dejo unos textos para reflexionar

júntate con sabios y obtendrás sabiduría; 

júntate con necios y te echarás a perder. 

Proverbios 13:20

No desperdicien lo que es sagrado en gente que no es venerable.

¡No arrojen sus perlas a los cerdos!

Pisotearán las perlas y luego se darán vuelta y los atacarán. 

Mateo 7:6 NTV

Psicóloga Lucy Torres
@lucytorrespsic