¿PARA QUÉ ME SIRVE LA VENGANZA?

11.04.2021

Al pasar por una humillación o haber sido perjudicados de un modo muy significativo, se nos daña el corazón y se produce el deseo de venganza. 

Venganza implica saldar cuentas pendientes.

Sin embargo, el deseo de venganza no es una sensación que en sí misma sea sana.

De hecho, puede hacernos entrar en una lógica destructiva que no nos hace bien ni a nosotros ni a nuestros seres queridos.

La venganza implica un conjunto de comportamientos dirigidos a perjudicar a una persona que es percibida como culpable o responsable por un daño causado.

Es una manera de gestionar las conductas vinculadas a la agresión. A veces, en vez de adoptar un comportamiento que implique enfrentarse directamente con quien nos ha perjudicado en el momento en el que lo acaba de hacer, se opta por una estrategia a mediano o largo plazo, lo cual permitiría tener una mayor probabilidad de infligir el daño deseado al poder beneficiarse del tiempo y la preparación de recursos para planificar el ataque físico o psicológico.

La doctora Lyn Abramson, de la Universidad de Wisconsin-Madison, sostiene que el rencor acumulado durante mucho tiempo es uno de los factores que pueden desencadenar depresión. Las personas con deseos de venganza desarrollan una gran cantidad de resentimiento contra los demás, sobre todo porque sus deseos de venganza no se ven realizados, y también contra sí mismos por la impotencia que esto les genera. Su espera inútil de venganza los lleva a pensar demasiado en lo que sucedió, en cómo ocurrió, en quién tuvo la culpa, en lo injusto que fue, se estancan en el terreno de la víctima, lo que les impide avanzar hacia una actitud más adaptativa y funcional. 

Las ganas de venganza no nacen de la voluntad de hacer un mundo mejor, sino de un sentimiento mucho más visceral.

No es algo que tenga que ver con una manera de ver el mundo o con unos deseos de cómo tienen que ser las personas, sino que tiene que ver con el odio y el resentimiento.

Así, los deseos de venganza pueden convertirse en una manera de adentrarse en una dinámica de conflictos que haga el problema más grande de lo que ya es, debido a su carácter pasional y poco sistemático.

Dejarse llevar por esta fuerza de motivación suele llevar a resultados dañinos.

La venganza con la intensión de dañar no resuelve nada todo lo contrario genera frustración.

Toma consciencia del impacto de la venganza.

¿A quién afectaría más?

¿Qué ganarías y que perderías con la venganza?

Evalúa si realmente vale la pena la venganza.

Qué familias y qué vidas inocentes afectaría tu venganza.

El deseo de venganza genera resentimiento y suele tener repercusiones a nivel físico y mental, entre los que destacan:

  • Altera negativamente el funcionamiento del sistema inmunológico, lo que nos hace más vulnerables ante enfermedades.
  • El odio, la rabia, la ira, el resentimiento son considerados como factores de riesgo para desarrollar posibles problemas en la salud, tal es el caso de los problemas cardiovasculares.
  • Afecta la salud emocional, ya que genera estados de angustia, amargura, apatía y baja autoestima.
  • Deteriora las relaciones con los demás.
  • Afecta las áreas del funcionamiento vital. 

La mejor estrategia:

Es necesario aprender a relacionarnos de una forma sana con las emociones, pensamientos y sensaciones que genera la frustración del deseo de venganza. 

Buscar ayuda profesional siempre será una buena opción, aprenderás a gestionar tu respuesta emocional ante esta situación. Esto requiere tiempo y esfuerzo, y el fin ultimo del proceso será mejor  calidad de vida emocional. 

La mejor opción es la del perdón, la de soltar y liberar las cargas. Cuando decidimos perdonar sanamos la esclavitud que nos genera el odio de la venganza. 

El perdón nos libera hacia una vida plena.

Te invito a reflexionar en el siguiente ejercicio:

"Cómo sería yo libre de la carga emocional del deseo de venganza"

"Qué beneficios disfrutaría al perdonar, soltar y liberar" 

"Cómo sería yo con mi corazón libre de resentimientos"

"Cómo serían mis relaciones con otros con mi corazón amable y compasivo"

Toma la decisión de perdonar, esto es sanador


El Padre Nuestro dice: "Padre perdona nuestras ofensas así como Nosotros perdonamos a los que nos ofenden". Y líbranos del mal y no nos dejes caer en tentaciones.



Psicóloga Lucy Torres

@lucytorrespisc

Referencias

  • Abramson, L. Y., Alloy, L. B., & Panzarella, C. C. (2002). Depression. In Encyclopedia of Cognitive Science. London: Macmillan.
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