Perla: - "¿Mi amor, te gusta cómo me queda este vestido?"

Antonio: - Te queda horrible, pareces una vaca igual que tu mamá. Cámbiate, ponte algo que te quede más suelto, porque pareces una hallaca mal envuelta, y con ese maquillaje te ves como un payaso. Y para dónde se supone que vas, ya te he dicho que no salgas, muéstrame el teléfono para ver con quien estabas chateando porque te vi en línea y no me respondiste a tiempo cuando te escribí. No me hagas molestar, más bien sírveme porque llegué muy cansado. Y esta noche quiero lo mío.

¿Y CÓMO SE LLAMA ESTO?

Se llama violencia basada en género, y se refiere a todo acto que provoca daño o sufrimiento efectuado contra la voluntad de una persona y está basado en diferencias socialmente atribuidas a hombres y mujeres que establecen diferencias de poder entre el hombre y la mujer que ponen a las mujeres en riesgo de sufrir múltiples formas de violencia. 

Veamos algunas señales de una relación de pareja basada en violencia de género:

• Celos excesivos o patológicos.
• Controlar la forma de vestir, horarios, economía y la vida en general.
• Aislar a la pareja socialmente (no permitir que salga, que trabaje, que visite a su familia o amigos).
• Culpar a la pareja de todos los problemas.
• Buscar constantemente la aprobación de su pareja.
• Hay descalificaciones frecuentes.
• Hipersensibilidad: se percibe cualquier comportamiento verbal o no verbal como un ataque personal.
• Insultos, comentarios hirientes o de menosprecio.
• Relaciones sexuales abusivas.
• Golpes, daños físicos o abuso de la fuerza.
• Romper objetos del hogar.
• Cambios bruscos de humor.
• Discusiones frecuentes.
• Negatividad.
• Uno deja de ser, por complacer y agradar al otro.
• Uno solo lidera la relación.
• Se impide el desarrollo personal o profesional.
• Hay chantaje continuo, se pide una cosa pero se debe dar otra a cambio.
• Se vive del pasado.
• No hay confianza y hay mentiras frecuentes.
• Nunca se pide perdón ni se reconocen las faltas, y si hay perdón, no es genuino.
• La relación no es la prioridad.

¿POR QUÉ NOS INVOLUCRAMOS EN UNA RELACIÓN DE PAREJA BASADA EN LA VIOLENCIA?

En realidad existen muchas razones para permanecer en una relación de pareja conflictiva, veamos algunas:

• Miedo a la soledad: Una necesidad exagerada de estar en pareja a tal punto de estar dispuesto a pagar cualquier precio con tal de mantener la relación.
• Baja autoestima: El creer que no es lo suficientemente bueno como para ser amado y respetado, por lo tanto permite los maltratos hasta normalizarlos.
• Patrones socialmente atribuidos: La sociedad es quien ha construido los roles entre hombres y mujeres siendo una base importante para la violencia basada en género. Dentro de este tipo de relación surgen mitos como por ejemplo: "él me quiero solo que tiene mal carácter", "él va a cambiar", "es culpa mía", "debo aguantar por los hijos", "No sé hacer nada, me toca aguantar", "él me da todo", "esto es normal"...

Es probable que existan personas a tu alrededor que se dan cuenta de que estás en una relación así, y por lo general te hablan de eso, una de las razones es porque te ven triste, preocupada, aislada, y ya no eres la misma.

Desde fuera es muy fácil detectarlo, pero la persona que está en la relación tiene una serie de factores que le impiden reconocerlo. Como por ejemplo, que a pesar de todo esté enamorada de la otra persona, que mantenga la esperanza de que el otro va a cambiar, o que su baja autoestima le impida tener las fuerzas suficientes para terminarla.

Salir de una relación basada en la violencia no es un proceso sencillo, sin embargo, hablar del tema y buscar ayuda suelen ser las mejores herramientas a la hora de visualizar el problema en su verdadera dimensión.

¿QUÉ PUEDO HACER?

POR AQUÍ TE DEJO ALGUNAS ESTRATEGIAS PARA SALIR DE UNA RELACIÓN BASADA EN LA VIOLENCIA

1. Darte cuenta y ponerle nombre a lo que te pasa: Empieza por reconocer que existe un problema y que no eres feliz en esa relación.
2. Buscar ayuda: Una vez que logras darte cuenta es importante hablar del tema y buscar ayuda en familiares y amigos de tu confianza, a partir de allí podrás llevar el plan que mejor se adapte a tu caso reconociendo que mereces una vida digna libre de violencia.
3. Mantener una red de apoyo: Uno de los miedos a salir de una relación basada en la violencia es el creer que estás sola. Por lo tanto, es muy importante reconocer que hay personas a tu alrededor para ayudarte a salir adelante, a superar el miedo, la tristeza y la confusión que se siente en el momento de salir de esa relación.
4. Gestionar el miedo a las consecuencias: El miedo es una emoción normal ya que se deben asumir las consecuencias de salir de esa relación dañina, pero reconocer que no estás sola y que la esperanza y la dignidad también forma parte de este proceso es una buena noticia.
5. Trabajar la autoestima: De ser necesario, es importante buscar ayuda externa en un profesional que te ayude a superar estos momentos tan difíciles. No dudes en hacerlo, porque puede servirte para alcanzar una recuperación satisfactoria al descubrir una forma de vivir con dignidad y poner en práctica tus habilidades, aptitudes y conocimientos.
6. Dar significado a la vida: Comienza una nueva historia, plantea un proyecto de vida, realiza actividades que te hagan sentir bien y que puedan ayudarte a disfrutar de tu propia compañía. Busca actividades que dejaste de hacer y que te hacen disfrutar de los pequeños placeres de la vida y recréate en esos momentos de bienestar que te hacen sentirte a gusto contigo misma.

Es el momento de volver a pensar en ti, retomar actividades de ocio, volver a contactar con antiguos amigos, estudiar, aprender, crecer y sobre todo garantizar una vida digna y empoderada libre de cualquier forma de violencia.  

Recuerda: "No estás sola"

Psicóloga Lucy Torres  @lucytorrespsic